ROXANA
I
Era una hermosa noche de abril en otoño, Roxana se encontraba recogiendo las últimas flores de primavera.
Quizá fue la triste noche mas alegre de su tiempo…
Se puso lentamente de pie y regreso a casa…
Era hermosa, de mirada dulce y tierna, al ver sus ojos era asomarte a las ventanas de su alma, transmitía tal amor y silencio a la vez, tez blanca, cabello oscuro, de piel tersa y labios rojos, su cabello brillaba al compás de la luna por las noches.
Con un paso tierno y ansioso rozaba el suelo deslizándose sobre éste con tal perfección que solía callar el ruido al caminar.
Su casa a lo lejos se acercaba más paso a paso…
Justo al llegar al pórtico se detuvo, miró la luna y le pidió un deseo, pedía una mano que tomara la suya en la soledad, un abrazo en el frió, un beso tierno… y un “te amo” al despertar…
Se sentó en una silla a un costado de su puerta y con una lagrima en su mejilla soñaba con alcanzar ese sueño que se resbalaba entre los dedos del miedo de morir sin este “te Quiero” que le arrullaría tiernamente al dormir…
Dejándose abrazar por el sereno de la noche, el viento acariciaba su cabello y rostro hasta que poco a poco logro esconderla por completo de sus energías y dejándose sumergir en el sueño arropándola y dejándola descansar.
Hacia frió, el crepúsculo anunciaba susurrante la llegada del sol y el ejercito de la mañana disparaba contra la oscuridad con pequeñas armas de luz…
El brillo iluminó el rostro de Roxana, espantando al sueño con un leve silbido, que ayudado por un árbol el viento le cantó.
Ya era de mañana y Roxana se disponía a vivir con la esperanza de alcanzar la felicidad un paso mas.
Empezó con las labores típicas del día como acomodar y dejar todo limpio para esperar la llegada de sus amigos, había un mueble con el que solía tropezarse múltiples veces y esto divertía a sus amigos, aunque ella se sentía avergonzada por su torpeza, ellos la veían con alegría ya que conservaba cierta inocencia que cautivaba a todo hombre que la conociere…
No se esmero mucho, su casa no estaba tan sucia, limpio la mesa donde jugarían y lavo algunas copas y vasos… ya que estaría segura que traerían vino o algo similar, sacó unos platos hondos para la botana… y lo coloco todo en la barra de la cocina…
¡Bien estaba todo listo! Y se disponía a ir por la baraja de poker, era noche de cartas y ella era anfitriona claro…, al llegar justo frente a estante donde solía colocar dichas cartas, se percato que no estaban ahí justo donde las dejo por ultima vez…
La memoria le hacia jugarretas a destiempo y ella decidió seguir el juego de las escondidas con el recuerdo… pasaban los segundos y como un pedrada por la ventana recordó que las había prestado, ya hace un par de meses a un muy estimado amigo, su nombre era Carlos Ponce, el cual fue anfitrión el juego pasado en su casa,
-Valla desorden que se armo aquella vez. Recordó.
Lamentablemente él salió de casa hace ya 3 días y por consecuencia no podría asistir en esta reunión, ya que regresará en un par de semanas de su viaje a Madrid España, así que estaba con un jugador menos y sin cartas para jugar…
Sin embargo la angustia en ese momento no tomó papel de improviso en el acto, y se disponía irremediablemente a tener que comprar una baraja nueva, que como quiera tarde o temprano tendría que hacerlo ya que a la suya le hacia falta una Quina de diamantes y un As de espadas…
En fin, tomó sus llaves y salio cerrando la puerta tras suyo…
Caminaba a paso ligero y apresurado, la luz caía lentamente al alba dibujando rosa el paisaje que daba pie al romance con la luna que estaba por despertar.
Entró a la tienda, y despistada buscaba una baraja que satisficiera las exigencias requeridas para esa velada.
Ella era todo un completo disparate al elegir, tantas opciones distintas…
Una figura daba forma a una silueta que se acercaba, y con una viril y tierna voz dijo a la vez tomaba un mazo de cartas:
- Perdone… pero yo le sugiero las “Royal”, me refiero a las rojas de la derecha.
Las palabras recorrieron la espalda de Roxana como suave caricia que a su paso dejaba erizada su piel, sus mejillas enrojecieron coquetamente…, ruborizada y mirando al suelo agradeció con unas palabras que se ocultaban de la pena.
El hombre con una sonrisa en el rostro, provocada al ver a esta tierna criatura, acercó su mano al rostro de Roxana, tomó suavemente su barbilla con sus dos primeros dedos y la levantó despacio a la vez que decía:
-Hola, soy Damián…
Ella recorrió poco a poco con su mirada desde el suelo hasta su rostro lentamente y conforme contemplaba poco a poco a este hombre su corazón latía más rápido hasta que llego a su rostro y se clavo intensamente en su mirada que la contemplaba con mucha serenidad y cortesía.
Sus ojos se fijaron uno en el otro, sus miradas se encontraron y el tiempo se alentaba segundo a segundo… y es que Damián no puedo evitar asombrarse a su mirada, ese brillo y calidez que emanaba de su ojos… y poco a poco se dejo abrazar por el amor.
Damián la veía fijamente, la distancia entre sus rostros era de una palma, tomo su mano con suavidad y la acerco a el y la besó dulcemente.
Roxana estremeció su mirada aun más y un calido sentimiento recorrió su cuerpo eliminando toda su voluntad poco a poco, Roxana permanecía en silencio cuando decidió romperlo diciendo con un susurro:
- Soy Roxana…
- Es un placer… Dijo Damián
- Perdón. Dijo Damián, pero ¿Qué hace una dama buscando una baraja…?
Ella volteando la mirada y liberando una suave risa acompañada de la mano con un alegre gesto dijo:
- pues.., es que habrá una reunión en mi casa y jugaremos cartas… y verás presté las mías y ahora no tenemos con que jugar.. y ya te imaginaras… pues me toco a mí venir por unas
-Pues bien, yo uso estas… mientras le acercaba un mazo de cartas a la mano.
Ella miraba las cartas a la vez que las tomaba
El sonrió, ella sonrió…
- Gracias…. Dijo Roxana.
- De nada. Dijo Damián mientras sonreía modestamente
Roxana sonrió por ultima vez y se alejó a pagar mientras el la veía alejarse y perderse entre la multitud como una estrella en el firmamento.
Roxana traía a su mente lo sucedido en aquella tienda, y recordó también como Damián la veía, incluso recordar esa intensa mirada le hacia ruborizar.
Roxana llegó a casa y colocó la baraja en la mesa y puso las fichas al centro, ya eran las 7:30 y sus amigos debían llegar…
No paso mucho para que Adrián y Alejandra llegaran con unas bebidas de pera y un postre orgánico de manzana, Roxana abrió la puerta y los recibió como siempre, pasaron… la plática no pidió permiso y entró en sus bocas como Juan por su casa…
Al paso de los minutos llegó Israel, y Daniela detrás de él… que traían consigo una buena botella de vino y unos canapés…
Sentados y entre botana y botana inició la partida…
No paso más de una corrida y dos tercias para que se asomara con discreta emoción la aventura de Roxana y el Gallardo Caballero del Poker…
Roxana contaba con lujo de detalles cada momento e instante… hasta que Daniela preguntó:
-¿Y… Cómo era?
Roxana se estremeció y con la mirada perdida recordó cuando la tomo de la barbilla y recorrió con la mirada su cuerpo…
-Pues… verás… era muy apuesto, no me fije bien en su estatura, pero era un poco mas alto que yo, muy elegante y de dulce voz, con una presencia inoportunamente dulce en todo momento, no habló mucho… pero sentí que me podía comunicar con el a través del silencio…
- Huuuuy que romántico mi pequeña flor de loto!, dijo Adrián. Que era uno de los más hippies y alivianados brothers de todo el mundo, amante de la paz y la naturaleza.
Sus compañeros de partida estaban atentos pero la más romántica de ellos, Daniela, que estaba estremecida por la magia en sus palabras… y no puedo evitar sostener más otra pregunta:
- ¿Cómo eran sus ojos?
- Puss redondos mija, ¿Cómo mas? Contestó Adrián robándose como siempre la atención.
- Mira… que simpático el hippie!... , continua por favor.
Roxana se estremeció aun más y se dejó llevar espontáneamente por el recuerdo que estaba ansioso por participar otra vez.
- Sus ojos… ella dijo. Mientras sostenía un silencio en Re menor
- Eran… No lo se…
- ¿Ooo.. ps cómo no sabes? Dijo Adrián (Daniela por fin le soltó un buen merecido trancazo a Adrián)
- Ya cállese! (susurrando para no interrumpir mas a Roxana)
- Eran… llenos de un brillo único, podía velo a él y a mí a la vez, eran azules y profundos como los altos mares… llenos de sorpresas.
- ¿Lo besaste? Preguntó Alejandra
- No sentí ganas de besarlo, solo quería permanecer ahí, perdida en su mirada, sin decir nada, y solo sentir su presencia…
- ¿Por qué no lo llamas? Preguntó Daniela
- Verás… contesto Roxana apenada… por la emoción no le pedí su número…
- ¿Esperas verlo otra vez? Preguntó Alejandra
- No lo sé, pero estoy segura de que pasará si el destino lo tiene así previsto para mi
Israel, que permaneció en silencio toda la plática dijo seriamente:
- Talvez el amor a primera vista sea un mito, talvez no lo veas otra vez, talvez esté casado, o talvez me equivoque… pero lo que si se, es que no hay coincidencias y que el destino te da a probar lo dulce de la vida y luego lo retira de tu boca para que luches por él, para que valores lo que puedes tener y disfrutes la felicidad cuando la tengas en tus manos…
Todos quedaron en silencio casi pasmados y con la pirada perdida.
- Chale, que profundo mi Isra!
Roxana reflexionó éstas palabras y quedó en silencio envuelta con el manto frío de la duda…
- Changos! ¿Y que ago entonces?
- Búscalo… Dijo Daniela
- ¿¡Pero cómo!? Dijo Roxana exclamando duda…
- No lo se, ve a la tienda de naipes, digo, seguramente compro algo, allí deben tener alguna información sobre él… dijo Daniela
La esperanza asomó por la ventana como día en madrugada y apuntaba al cielo una meta, un sueño a cumplir…
- Gracias amigos… dijo Roxana, con una sonrisa que venia desde su corazón… mañana iré a esa tienda otra vez…
- Pues, suerte mi pequeña flor enamorada.
- Gracias Adrián.
- Si, la neta te lo mereces búscalo y conquístalo.( dijo seria Alejandra)
La noche jugaba a las apuestas, desvelada y cansada poco a poco iba durmiendo, ya era tarde… uno a uno se fueron despidiendo hasta que Roxana se fue a dormir con ese hombre en brazos, esa noche no durmió pero soñó más de lo que acostumbraba.
Se levantó… al día siguiente y saludo a la mañana, se baño y arreglo la casa, cuando acabo salio a buscar rastro de este hombre…
- Hoy me toca el papel de Roxana Holmes, la más tenaz investigadora, habida y por haber, oh si!
Llegó a la tienda y preguntó al encargado sobre Damián y le indicó como era físicamente.
A peras y manzanas el señor recordó y le pregunto su nombre.
- Roxana… contestó
- Ah bien… esto es tuyo…
Volteó a ver su senil apariencia que le entregaba una carta.
- Gracias, dijo. Mientras la tomaba… su corazón palpitaba a mil por hora y no sabia si abrir la carta,
¿Y si es de despedida?, ¿Y si es para decirme que está casado?
Suspiró fuerte y abrió la carta que decía:
Si bien estás leyendo esto,
Es porque supiste donde buscar por mi, y eres lista,
Me gustaría verte una vez más,
Pero tengo una mejor idea…
Regresa una carta en respuesta a esta
Con el mismo señor, será un lindo juego…
Y si bien no respondes tal vez sea
Por que el destino me engaño una vez más…
Damián.
Ella regresó a casa con la carta en brazos…
Ya estando dentro, busco una pluma y un papel…
Se sentó en la mesa y miró al papel fijamente, no sabia que escribir… Pero estaba decidida a continuar con el juego, así que sin pensarlo más escribió de corrido:
El destino no engaña… ¡conquista!
Y es fácil resistirse a sus encantos,
Pero no a los tuyos.
Bien seré sincera… me gustó la idea del juego,
Es romántico…
¿Qué te párese poner una pregunta en la carta
para conocernos más?...
Y en la siguiente carta vendrá la respuesta,
Yo Primero…
¿De dónde eres?
Jajaja se que no es muy profundo
Pero está bien por ahora.
Nos veremos (espero).
♥ Roxana ♥
Roxana se puso de pie, Tomó un sobre azul que compró de camino a casa, calentó el sello en una vela y selló la carta…
Se puso de pie, tomó su bolsa, metió la carta dentro y salió apresuradamente de su casa.
Se puso en camino hacia la tienda, mientras el viento jugaba con su pelo y asechaba a destiempo debajo de su falda, como un niño travieso…
La travesía fue corta y en menos de lo que esperaba tenia frente a ella a ese viejo rostro que aparte de vendedor, juega a ser cupido en ratos libres… le entregó la carta y le dijo que Damián la recogería, y se dio vuelta a la vez que agradecía el favor…
