CARTAS
II
- Abrásame…
Damián estaba frente a ella, se acerco y acaricio su rostro; jugaban con el fuego que brotaba de su mirada, se miraban fijamente… sus labios se acercaron… milímetro a milímetro y como una explosión nuclear… Se besaron en la apasionada cuna del amor…
Roxana parpadeo y vio el techo de su recamara.
- Changos!… era un sueño…
Se puso de pie y se dirigió a su ventana que era alumbrada por la galáctica e hipnotizante luz de la luna, asomo por la ventana y dirigiéndose a la luna dijo:
- Señora Luna, tu que sabes de romance… cuéntame una historia de amor…
La luna adornaba la ventana con su luminosa presencia, silenciosa y brillante contestaba a la petición:
- … dijo
- Quizá no escuché bien, dijo Roxana
Y cerrando los ojos escucho una tonada de luna llena, una tonada que venia de adentro, un acorde que iluminaba su alma, un réquiem a la amargura y una tocata en Re menor que le hacia bailar de alegría al pensar siquiera que pronto la vida le regalaría su final feliz.
Esa noche los sueños musicales no le dejaron dormir…
Ya era de mañana, desayunando y alegre…
El sol adornaba la mañana y le llamaba desde la ventana, invitándole a salir a compartir su alegría al mundo…
Se dirigió al baño y lentamente se despojo de sus vestiduras empezando por arriba, abrió la llave del agua caliente primero y luego la fría… ya desnuda entró al agua y empezó a acariciar lentamente cada parte de su cuerpo con un jabón de hermoso aroma a fresas… empezando por el cuello, bajando poco a poco al pecho rozando suavemente cada extremo de su cuerpo con el jabón, los brazos y la cintura, siguiendo su descendiente camino… el jabón se encontraba en la aventura recorriendo extremo a extremo su cuerpo y limpiando cada parte liberando un suave perfume, seguía su camino hasta llegar a cada escondido recoveco limpiando cuidadosamente con mucha suavidad…(¿que sexy no?)
Tomó el shampoo y empezó a lavar su cabello disfrutando el agua que caía sobre ella… cerro las llaves y tomó un par de toallas con las que cubrió su cabello húmedo y perfumado cuerpo que yacía desnudo en la regadera, caminó hacia su recamara que estaba a pocos metros y se despojó de la toalla, que había secado su cuerpo, abrió un cajón y tomó una pequeña prenda con la que cubrió la parte inferior de cu cuerpo y luego tomó otra algo más grande con la que cubrió sus desnudos pechos, caminó al ropero.
¡Y entonces fue atacada brutalmente por el síndrome maligno del “que me pongo”!
…¡El síndrome atacó con fuerza!...
Probó con una y otra prenda pero nada…
Se sentó frustrada en su cama, y recordó un nuevo atuendo que yacía en una bolsa a un costado del armario, tomó el vestido y se lo puso…,
Valla remedio…
Ya casi conforme con su apariencia (por que una mujer nunca esta conforme) arreglo su cabello, lavo sus dientes, se perfumo y tomo su bolso… por fin estaba lista para salir a disfrutar un día paseando por allí
Solía caminar a paso ligero y con una felicidad mas aya de lo normal, estaba muy, muy alegre…
Caminaba por la calle cuando notó que algo era diferente a lo normal, todo su entorno había sufrido una metamorfosis, el cielo era aun mas hermoso, la gente era aun mas alegre y los pajaritos cantaban melodías de Disney, era como si todo su entorno se contagiará de su alegría si saber porque… así es… estaba enamorada.
Llegó al parque y se recostó en una banca, dejando libres sus pies, se puso cómoda y admiraba el cielo perdida y con la mente el blanco, solo estaba ahí inmóvil disfrutando el simple hecho de estar ahí…
Caían las hojas de los árboles una a una, el viento soplaba y algunos grillos cantaban… pasaban los minutos muriendo y renaciendo a cada hora… recordó que tenia que ir a buscar algo, una carta… Roxana sonrió.
Se puso de pie y tomó rumbo, sin prisa, a aquella tienda donde se celebraba aquel mágico ritual de amor… pasó por la academia de arte donde ella suele enseñar danza y pintura… se asomó y estaba un amigo suyo jugando con unos golos mientras la gente lo rodeaba como siempre, impresionados por tan sorprendentes trucos y envidiable carisma… ella lo saludo a través del cristal y el sin perder el control del juego le saludo con mucha alegría…
Pensó en entrar y saludar al buen Ulises, pero también estaba ansiosa por saber de Damián, así que siguió con su camino…
Llego una vez mas con aquel hombre y lo vio fijamente,
- ¡Hola! Dijo Roxana
- Que alegre se ve usted hoy. Contestó en hombre
- Gracias… Contestó con una sonrisa en el rostro(quiso preguntar por la carta pero no supo como hacerlo)
- Vienes a recoger algo ¿Cierto?
- Jeje, pues verá…
- Aquí tienes, pero la próxima vez que te vea por aquí tendré que venderte algo. Dijo el hombre con un tono de broma.
Roxana sonrió y tomo la carta…
- Gracias.
- No hay porque…
- Bueno… no le quito más su tiempo hasta luego
- ¡Adiós Roxana! ¡Mucha suerte con el amor…!
Roxana salió de la tienda muy alegre con la carta en brazos y se dispuso a leerla… llego a una banca se sentó y abrió la carta.
